top of page

Historia de la Corte Malandra
.jpg)
La corte malandra está integrada totalmente por los espíritus de jóvenes citadinos. Al contrario de otras cortes espiritistas donde la adscripción a características étnicas (como ocurre por ejemplo con la Corte negra, la Corte india y la Corte histórica; todas pertenecientes al universo mitológico del culto a María Lionza en Venezuela) los factores etarios y geográficos son aquí lo importante.

El espíritu más "resaltante" en la Corte malandra es Ismael, quien fuera asaltante de bancos, con una reputación de haber matado a muchas personas, pero que a la vez tenía fama de dar a los pobres del producto de sus fechorías y de proteger a sus vecinos de otros asaltantes y malhechores. Alrededor de su figura se ha configurado una novísima mitología -aunque solidaria del mito de Robin Hood- cuyos elementos simbólicos provienen de la cotidianidad citadina contemporánea.
Su imagen representa a un joven que usa una gorra de medio lado, gafas oscuras, camisas de colores estridentes, en ocasiones algunas imágenes lo representan con camisas estampadas con hojas de marihuana, mientras fuma cigarrillos y exhibe en su cintura un arma de fuego. En las tiendas esotéricas se encuentras figuras de yeso que lo representan en diferentes poses, al lado de su novia, montado en su moto, en todas aparece con un arma de fuego en la cintura.
Los compañeros de corte de Ismael son su novia (la niña Isabel) y cerca de una treintena de otros espíritus de delincuentes que murieron en la década de los años sesenta y están enterrados en el Cementerio General el Sur en la ciudad de Caracas; entre los más mencionados figuran El Ratón, Jhonny, Tomasito, Hilario, Luisito y William.
En las tumbas de los integrantes de la corte malandra los devotos llegan con todo tipo de peticiones -una que suele ser frecuente es solicitar protección para perpetrar asaltos- para lo cual colocan ofendas de alcohol, drogas, cigarrillos, armas de confección casera y velas de colores.
bottom of page